Nunca antes hemos estado en aprietos por causas del deterioro ambiental imperante, pues los recursos planetarios están siendo diezmados abruptamente y la cobertura de oxígeno vital se está envenenando.Este maravilloso mundo, con su asombrosa capacidad de albergar y mantener la vida, está en franco proceso de destrucción, las bases en que se apoya su sustentabilidad global pueden colapsar, arrastrando inexorablemente a la humanidad a una destrucción.
Hoy en día la temática vigente de la sociedad es la cuestión ecológica. El asunto primordial de discusión en las cumbres sobre medio ambiente, es sobre el calentamiento global, ya que el calentamiento en sí es un fenómeno natural, que se origina por efecto de los rayos solares sobre la corteza terrestre, tan necesaria para el mantenimiento de la vida. Pues, hasta los líderes mundiales echan de ver que la Tierra ha perdido parte de su potencial sostenible por causa de este sobre calentamiento.
Desde 1950 los parámetros climáticos están alterándose peligrosamente, lo que nos está conduciendo a un “recalentamiento global irreversible”, con elevación de la temperatura promedio que conlleva a impredecibles consecuencias climáticas.
La causa de este peligroso aumento de temperatura son las emisiones antropogénicas a la atmósfera (4.000 millones de toneladas de smog por año). Gases de efecto invernadero que se vierten irracionalmente en grandes cantidades por las fábricas y automotores, como dióxido de carbono (C02), dióxido de Nitrógeno (SO2), gas metano, azufre, monóxido de carbono y los llamados C.F.C. o clorofluorocarbonos, sumados a las 70.000 sustancias tóxicas y corrosivas que llegan diariamente a ríos y océanos.
Por efecto de este atroz impacto ambiental, la temperatura global del planeta ha venido constantemente elevándose desde inicios del siglo XX. Esta afirmación se apoya en la teoría del “cambio climático “antropogénico”, donde se considera implícitamente la influencia de la actividad humana. La teoría “antropogénica” predice que el calentamiento global continuará si se extienden las emisiones de gases de efecto invernadero, y parece ser que la constante se mantiene.
Un mundo sin igual como la Tierra debe ser precautelado y preservado para el sustento y supervivencia de las futuras generaciones, no tener conciencia de ello equivale a considerar nuestra negligencia humana como la causa de la destrucción de nuestro entorno.
Forjemos un voto de conciencia ecológica con el único patrimonio que tenemos los seres humanos, nuestro bello planeta azul.
Por: Bernardo Avellán Vélez
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