La mente funciona de una manera perfecta y organizada. Los niños son exploradores incansables y cuidadosamente dominan una habilidad antes de aprender la siguiente. Durante los 10 años que dura el periodo sensible del lenguaje el niño pasa por diferentes fases de interés, también son periodos sensibles que unidos, componen el gran periodo sensible del lenguaje.
Desde el vientre y hasta aproximadamente los 6 meses los niños estángrabando en su mente todos los sonidos vocales de los idiomas que escuchen (más adelante hablaré de bilingüismo en otro post). La siguiente etapa es la de balbuceo donde el niño practica los diferentes sonidos que puede hacer con su boca. ¡Ellos son los verdaderos autores de ma-ma y pa-pa! A pesar de lo emocionante que puede ser escuchar estas sílabas con sus tiernas voces no es sino alrededor del año cuando dicen su primera palabra intencional.
Desde el nacimiento hasta los 6 años desarrollan su vocabulario y querrán saber nuevas palabras. Esa es la fuente a los sin fin de ¿Por qué? Que pueden preguntar los niños, ¡Es una forma de mantener a los adultos hablando para ellos aprender nuevas palabras! Entre 3 y 6 años es el periodo sensible para aprender a escribir y leer. De 6 a 9 años están los periodos sensibles para aprendizaje de ortografía y gramática.
Si quieres ayudar a tu hij@ a desarrollarse apropiadamente en este periodo sensible lo puedes hacer leyéndole historias, cantando canciones o simplemente hablándole directamente lo más frecuentemente posible. Recuerda siempre pronunciar correctamente despacio para que pueda verte. Esto es porque investigaciones sobre el cerebro han demostrado que los centros del lenguaje no pueden adquirir madurez total sin una estimulación amplia.
Así mismo, con el objetivo en mente de ayudar a tu hij@ a desarrollarse apropiadamente puedes evitar estas dos cosas:
1. Hablarle como bebé: Aunque a algunos adultos les parece tierno es una gran barrera que le ponen a los niños quienes están aprendiendo el lenguaje de su ambiente TAL Y COMO LO ESCUCHAN.
2. Televisión: Recuerda que el cerebro de los niños está en desarrollo, y por tanto necesitan movimiento para que las conexiones neuronales que van a usar el resto de sus vidas se generen correctamente. La televisión los distrae y no les permite seguir los impulsos de su cuerpo para su correcto desarrollo. Por estas razones se ha demostrado que los niños que ven televisión tienen menos capacidad de concentración, coeficiente intelectual menor y presentan una constante necesidad de entretención.
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