El alma no puede evitar verse alejada de su plan de vida, una y otra vez, cuando permitimos que nuestro ego dirija nuestra vida.
El alma sufre, porque la meta de es vivir en el amor verdadero y la aceptación de sí a fin de vivir su divinidad.
Nuestra alma sufre de forma distinta según las heridas que estén activadas.
Lo más triste es que dejamos que nuestro ego nos convenza de que nos está ayudando a sufrir menos cuando, en realidad, ocurre todo lo contrario.
El método favorito del ego para evitar que sintamos el sufrimiento generado por una herida es incitarnos a ponernos una máscara cada vez que la herida se activa.
Cree de verdad estar protegiéndonos y no es consciente de que, actuando así, lo único que hacemos es mantener y alimentar nuestras heridas.
Cuanto más se alimenta una herida, más duele. Cuanto más fuerte y rápido reaccionemos, más tiempo durará dicha reacción.
* ¿Por qué hay tantos suicidios?
* ¿Por qué millones de personas se hacen adictas a sustancias que las adormecen, que les impiden ser conscientes del problema que tienen con el tabaco, el azúcar, el juego, el alcohol, los medicamentos o las drogas?
*¿Por qué hay cada vez más enfermos graves, a pesar de los grandes progresos de la ciencia?
*¿Por qué se producen tantas separaciones y divorcios?
Porque la gente no quiere sentir todo el dolor de su alma.
El ego es el mayor obstáculo en la sanación de las heridas
No hay comentarios:
Publicar un comentario