miércoles, 23 de julio de 2014

MEDITACIÓN PARA FORTALECER TU SISTEMA INMUNOLÓGICO



Hay una meditación de autosanación, simple pero poderosa, que puedes practicar cuando sientas la necesidad de fortalecer tu sistema inmunológico.
Es especialmente eficaz si la utilizas cuando percibes los primeros
síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que ya están instauradas si la usas con la suficiente frecuencia y concentración.
Asimismo, contrarrestará las alteraciones sufridas por tu campo energético a causa de cualquier negatividad.
De todos modos, la práctica de la presencia en el cuerpo momento a momento, no tiene sustituto posible, y si no se realiza, el efecto de la meditación sólo será temporal. Veamos los detalles prácticos.


Cuando tengas unos minutos libres y, especialmente por la noche antes de dormir y a primera hora de la mañana antes de levantarte, «inunda» tu cuerpo de conciencia.
Cierra los ojos. Túmbate de espaldas. Ve llevando la atención a las distintas partes del cuerpo: manos, pies, brazos, piernas, abdomen, pecho, cabeza, etc. Siente la energía dentro de esas partes con toda la intensidad posible. Mantente en cada una de ellas durante quince segundos aproximadamente.
A continuación, deja que tu atención recorra el cuerpo unas cuantas veces como una ola, de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies.
Con dedicar un minuto a esta parte es suficiente.
A continuación, siente la totalidad de tu cuerpo energético como un campo de energía unificado. Mantén la sensación durante unos minutos.
Permanece intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de tu cuerpo.
No te preocupes si tu mente consigue apartar tu atención del cuerpo ocasionalmente y te quedas perdido en algún pensamiento. En cuanto te des cuenta de que eso ha ocurrido, reorienta tu atención hacia el cuerpo interno.

jueves, 10 de julio de 2014

La educación del futuro: entender el cerebro humano




La velocidad a la que cambia el mundo exige avances muy rápidos y asertivos de todos los sectores, y la educación no es la excepción. Para sobrevivir hay que adaptarse y cambiar, y por esta razón los paradigmas y postulados de la educación del pasado, así como los fundamentos y creencias tradicionales, están siendo reemplazados de manera muy rápida por avances científicos, tecnológicos, descubrimientos, y nuevas posturas respecto del futuro.

Ya no se trata de “remendar viejos conceptos” (innovaciones) ni de arreglar las sillas mientras el barco se hunde, (acreditaciones y certificaciones) . Los retos que se están imponiendo, obligaubicarse desde diferentes perspectivas, dimensiones, y fundamentos conceptuales, pues solo así será posible concebir nuevos pensamientos y propuestas y sobre todo nuevos caminos desde los cuales se construyan verdaderos sistemas de dinámicas formativas.

Estas nuevas aproximaciones a la educación de futuro deben poder identificar los factores de vulnerabilidad de niños, jóvenes y adultos de las distintas comunidades y así encausar los esfuerzos y recursos en función de los nuevos diseños de formación que necesita el futuro de esas personas y de todas las demás.

Por ejemplo, la razón por la que existen fenómenos como la corrupción, la violencia, el crimen, el bullying, entre otros, deben ser abordados, no desde sus efectos nefastos, sino desde la estructura misma de sus paradigmas educativos. En este caso todas las instituciones deberían revisar sus concepciones y esquemas de formación. La verdad es que necesitamos nuevos paradigmas.

Uno de los factores que es preciso identificar, abordar y profundizar, es el que se ha venido construyendo desde las neurociencias, los estudios sobre cerebro humano, y el comportamiento de los individuos. Este, que es el primero de los cuatro factores que abordaremos en estas entregas, (neurociencias, bioética, economía e innovaciones disruptivas) es vital como referente de los nuevos procesos de formación, al tiempo que reemplazará a las viejas creencias, conjeturas y suposiciones (componentes de las viejas pedagogías).

La neurociencia cognitiva, que es la que se ocupa de los procesos de aprendizaje del cerebro, tiene su origen al comienzo del siglo XIX pero su fundación como ciencia no se dio sino hasta los años 1950, cuando preocupaciones conductuales, de lenguaje y comportamiento empezaron a ocupar las agendas de académicos pioneros como George A Miller y David Marr. Con los avances de esta ciencia, actualmente sabemos con determinada certeza lo que pasa cuando alguien aprende y la forma como se desarrollan las habilidades en los seres humanos.

Por tanto, aprender cambia de sentido, porque cambia de contexto. Aprender hoy es muy diferente de lo que fue ayer y es fundamental entender y comprender esto para eficazmente transformar los procesos de formación. No se puede obviarlo y seguir dictando asignaturas fragmentadas, inconexas y sin mucho sentido.

Aquí es cuando entra a jugar una de las categorías de la educación del futuro: la oportunidad educativa. Ésta tiene que ver precisamente con procesos formativos continuos, que permitan la estructuración cognitiva, con las condiciones internas de las personas, (los niños y los jóvenes) y con las condiciones externas o los factores que coadyuvan y conforman un todo formativo desarrollado con éxito.

Esta categoría de formación es la más significativa en la nueva educación de futuro. Todo gira alrededor de ella y ella gira alrededor de la autonomía, como antesala de la libertad. Las nuevas relaciones entre los diferentes agentes de formación se establecerán a partir de los avances de las neurociencias, pues ellas señalaran con cierta asertividad lo que hay que hacer para que la relación entre quien se forma y quien diseña los procesos y los acompaña, tenga sentido.

Esto plantea un nuevo espacio de formación de los nuevos maestros quienes serán ya no solo profesores, sino formadores. El nuevo maestro formador del futuro surge y se forma desde nuevos fundamentos, procesos y métodos, y establecerá otro tipo de relaciones con quienes se forman.

Queda mucho camino por recorrer en esta sección que nos va a plantear retos apasionantes a los cuales estamos invitando, no solo a acompañarnos en la reflexión, sino fundamentalmente a hacer parte real y activa por medio de la conformación de equipos de investigación en las instituciones que estén ya convencidas que es preciso caminar de manera productiva y contundente por otros caminos, los caminos del pensamiento divergente y de la educación de futuro. Queda abierta la invitación.

Neuroeducador: ¿Un nuevo perfil profesional?



Hoy ya no es razonable albergar dudas sobre los progresos de la neurociencia, que permiten analizar en profundidad los componentes cerebrales y conductuales de la educación:

la emoción,

la curiosidad,

la atención y

la cognición.


Hasta hace muy poco, las teorías acerca de cómo se aprende se basaban, en su mayor parte, en observaciones de la conducta. Y es solo ahora cuando los educadores han comenzado a tomarse en serio el papel trascendental del cerebro en esos procesos de aprendizaje.

Los profesores se enfrentan a la necesidad de encontrar técnicas nuevas, capaces de despertar la atención de un niño normal , o de dar la clase de una materia específica en el tiempo cerebral que un niño de una determinada edad necesita para mantener la atención. Y asimismo para ser capaces de detectar los diversos tipos de trastornos y síntomas sutiles que afectan al proceso normal de la educación y el aprendizaje.

Hay algunas situaciones problemáticas que siempre han supuesto una limitación a la hora de decidir la metodología más operativa para enseñar tanto a niños con déficit cognitivos como a superdotados para lograr que desarrollen talentos ejecutivos que favorezcan en el futuro su desempeño profesional y social.

Los profesores han de encontrar la forma de relacionar el background cerebral con las diferencias individuales y la subjetividad del alumno. Los avances en neurociencia están proporcionando una vía de abordaje a viejas cuestiones desde un nuevo paradigma.




Pero la mayoría de los educadores está lejos de entender la jerga de los neurocientíficos y, en consecuencia, no suele captar con rigor la esencia de cuanto se puede extraer de esos nuevos conocimientos. Por ello, se plantea la necesidad de que esa transmisión de conocimientos del científico al profesor de cualquier disciplina (sea universitaria o profesional, pero alejada de la Neurociencia), sea asumida por profesionales que conociendo bien la neurociencia, sean capaces de transmitir estos conocimientos a los maestros o profesores.

Surge así la figura de un nuevo profesional que el Dr Francisco Mora bautiza como neuroeducador. Sería una persona entrenada con una perspectiva interdisciplinar, capaz de hacer de puente entre el conocimiento del cerebro y el funcionamiento práctico de los procesos de enseñanza y aprendizaje a cargo de los profesores, facilitando a estos últimos la comprensión de los avances de la neurociencia directamente aplicables al aula.

Su función sería la de consultor, se trataría de alguien que entienda bien no solo la rutina diaria de la enseñanza, sino también, de alguna manera, alguien capaz de ayudar a crear programas nuevos o de investigación para detectar y diagnosticar mejor los incidentes críticos más habituales. Estamos en el ámbito de los problemas de atención, la dislexia, la discalculia, trastornos de ansiedad y del desarrollo pero también de las capacidades superiores o extraordinarias.

En este contexto, el neuroeducador sería un especialista capaz de leer y criticar correctamente los conocimientos básicos provenientes de la neurociencia, y con ello evaluar y criticar los programas que, con frecuencia, se ofrecen a los centros prometiéndoles falsos beneficios de la aplicación de la neurociencia en las aulas.

Algunos interrogantes a trabajar :

¿ Por qué la interacción social temprana es un catalizador del aprendizaje?

¿Qué factores sociales son claves para potenciar la curiosidad natural de los niños hacia la gente y las cosas que te rodean?

Se trata de pensar en una nueva ciencia del aprendizaje que requeriría profesionales con formación en educación, psicología, neuropsicología, neurología y medicina. El neuroeducador en el futuro, y por su repercusión social, y particularmente en los colegios, bien podría ser una profesión de alto calado. Una profesión que requerirá un entrenamiento constante y actualizado de los conocimientos que se alcanzan en las neurociencias y se proyecta sobre la educación. Son conocimientos especializados que ahora asoman de modo acelerado en las sociedades modernas.

Ahora mismo ya se vislumbra una convergencia de descubrimientos en psicología, neurociencia y robótica (robots con capacidad de aprender) que lleva a la idea de que pronto ocurrirán cambios profundos en las teorías educacionales actuales que alumbrarán nuevos diseños aplicables al medio ambiente en el que aprenden los niños.





Uno de ellos es la poderosa influencia de todo lo social como llave para aprender bien. Muchos especialistas ya se están preguntando ¿Qué hace que la interacción social, emocional, a edades muy tempranas sea un catalizador tan poderoso para el aprendizaje? ¿Qué factores sociales son los elementos claves que podrían utilizarse para potenciar la curiosidad natural de los niños hacia la gente y las cosas que le rodean?

El neuroeducador deberá tener un conocimiento completo de:

La anatomía humana y la neurobiología básica.

Conocimientos de psicología, neurología y neuropsicología

Bases de neurofisiología clínica para detectar los síntomas de las principales enfermedades, síndromes o lesiones cerebrales que afectan a los niños

Conocimiento de la estructura del lenguaje y la comunicación verbal además de los componentes emocionales (empatía)

Conocimientos sobre desarrollo de la personalidad normal y patológica que facilite detectar problemas psicológicos en los conflictos que puedan surgir en la relación con los compañeros o profesores.

La neuroeducación se presenta como un campo nuevo para la educación y la enseñanza que todavía alberga más preguntas que respuestas, lo “neuro” es un campo en expansión tanto en la extensión de sus límites como en la profundización de sus contenidos.


(1)Francisco Mora es catedrático de Fisiología Humana (Universidad Complutense) y catedrático adscrito de Fisiología Molecular y Biofísica (Universidad de Iowa, EEUU).



La inteligencia del corazón




El sistema imperante de control de la información escondido detrás de la ciencia tradicional, las universidades, los medios de comunicación, las religiones, los gobiernos y grupos económicos de poder, se ha encargado de sobrevalorar el uso de la Mente y mal interpretar el del Corazón, solo para mantenernos dominados.

El objetivo de quienes nos gobiernan y controlan es que no despertemos nuestra fuerza interior ya que si esto ocurriese perderían el poder sobre nosotros.

Hay una inteligencia inimaginada y casi inexplorada en nuestro centro cardiaco que se ha mantenido bajo la sombra y oscuridad de prácticamente toda la humanidad.

El poner en funcionamiento el Chakra del Corazón nada tiene que ver con las pasiones o emociones como se cree. Tampoco significa actuar por impulso, enamorarse perdidamente o volverse un romántico. Estas son mentiras funcionales al sistema de creencias que esta derrumbándose.

En occidente y en gran parte del mundo, se ha venerado al hemisferio izquierdo, el uso de la mente, de la materia, siempre asociado a los 5 sentidos y al uso de la razón. Así hemos sido educados la mayoría, así hemos sido programados la mayoría para que actuemos y pensemos de una misma forma.

De Oriente viajan nuevos y antiguos conceptos como el de No Mente, en el sentido de vaciarla para darle lugar a un estado de silencio y de creación. Y esto no es mas ni menos que encenderel hemisferio derecho asociado justamente al corazón, a la intuición, a la creatividad, a lo invisible, hasta incluso a la clarividencia.

Abrir el corazón puede desconectarnos de frecuencias bajas, de información que llega por lo general inconscientemente a nuestra mente y se apropia de nuestra energía, nuestro accionar y nos mantiene aprisionados en ciertos limites que nos presentan y en verdad no existen.

En el Corazón radica el poder del amor. Una energía que activa el resto de los centros energéticos de nuestros cuerpos, equilibra ambos hemisferios y nos conecta con nuestra consciencia, con nuestra esencia, con nuestro yo superior, con nuestro potencial infinito y nos vuelve seres integrados, evolucionados y plenos.
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Fuente: http://www.animalespiritual.com/la-inteligencia-del-corazon/


miércoles, 9 de julio de 2014

Desde una perspectiva más alta...




Cuando observas desde una perspectiva más alta, las cosas que suceden en tu vida siempre son positivas. Pero aún estás observando desde la mente. Hay comprensión y sabiduría, pero aún estás en la mente.
Desde la mente, en una perspectiva más baja, vemos el "mal", lo negativo.
Hay bien y mal, gusto y disgusto, amor y odio... todo es dualidad.
Sin embargo, la aceptación de lo que es, te libera inmediatamente del dominio de tu mente y así te vuelves a conectar con el Ser.
Y es en el Ser cuando no existe ni "bien" ni "mal", no hay juicios, simplemente todo es.

Los ciclos de la vida





Tu energía física también está sujeta a ciclos. 
No puedes estar siempre en un tope. Habrá épocas de energía baja, así como otras de energía alta.
Habrá periodos en los que estás muy activo y creativo, pero también puede haber otros en los que todo parece estar estancado, cuando parece que no llegas a ninguna parte, no logras nada.
Un ciclo puede durar desde unas horas hasta varios años. Hay grandes ciclos y ciclos cortos dentro de los largos.
Muchas enfermedades se producen por luchar contra los ciclos de energía baja, que son vitales para la regeneración.
La inteligencia del organismo puede tomar el control como una medida autoprotectora y producir una enfermedad para forzarte a detenerte, de modo que pueda tener lugar la regeneración necesaria.

Hay ciclos de éxito; cuando las cosas vienen a ti y prosperan. 
Y ciclos de fracaso; cuando se retiran o se desintegran y tienes que dejarlas ir para dejar espacio a que surjan cosas nuevas, o para que ocurra la transformación.
Si te aferras y te resistes en este punto, significa que estás rehusando seguir el flujo de la vida, y sufrirás.



La vida siempre nos enseña...


Siempre que le ocurre algo negativo, hay una profunda lección escondida en ello, aunque usted no pueda verla en el momento.
Ha habido muchas personas para quienes la limitación, el fracaso, la pérdida, la enfermedad o el dolor en cualquier forma se convirtieron en sus mayores maestros.
Aprendieron a abandonar las falsas imágenes de sí mismos y las metas y deseos superficiales dictados por el ego. Obtuvieron profundidad, humildad y compasión. Se hicieron más reales.
Incluso una enfermedad breve o un accidente puede mostrarle lo que es real e irreal en su vida, lo que en últimas importa y lo que no.


lunes, 7 de julio de 2014

La inteligencia del corazón




Los científicos nos dicen que el corazón es inteligente, que tiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado, que a pesar de que la materia del corazón es diferente de la del cerebro se descubrieron en él más de cuarenta mil neuronas, y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Y con todo esto parece que puede aprender, recordar e incluso percibir.

Los investigadores han puesto de manifiesto la existencia de cuatro clases de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro:
1. Neurológica, mediante la transmisión de impulsos nerviosos
2. Bioquímica, mediante hormonas y neurotransmisores
3. Biofísica, mediante ondas de presión
4. Energética, mediante interacciones electromagnéticas

Por la vía neurológica el cerebro del corazón puede influir en el cerebro de la cabeza, es decir, en nuestra manera de pensar y de ver las cosas, en nuestra percepción de la realidad y en nuestras reacciones, especialmente las emocionales. Empezamos a sospechar que cierto dominio emocional que vemos en ciertas personas excepcionales no procede del control que ejerce el intelecto; bien sabemos que ante las grabaciones del subconsciente, poco puede hacer el intelecto. Sabemos que tenemos que
manejar nuestro cuerpo emocional, pero saberlo no es manejarlo. Y queremos seguir lo que dicen nuestros guías, o los libros de los Maestros, pero el intelecto no nos ayuda.
Ahora los científicos nos hablan de otro cerebro, el del corazón. Otra forma de inteligencia que podríamos llamar la INTELIGENCIA DEL AMOR. Esa inteligencia que proviene del Maestro Interno, del Alma y que tiene su sede en el corazón. En relación a la comunicación bioquímica del corazón al cerebro, se demostró que el corazón es el que produce la hormona ANF, que asegura el equilibrio general o “homeostasis” y uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés, en especial el cortisol.

Además el corazón segrega su propia adrenalina cuando la necesita. También produce la occitocina, llamada la hormona del amor y la libera en grandes cantidades cuando nos encontramos en un estado afectuoso.
En relación a la comunicación biofísica, se ha observado una relación directa entre la presión sanguínea, la respiración y ciertos ritmos del sistema nervioso autónomo.
Y en cuanto a la comunicación energética nos dicen que el campo electromagnético del corazón es 5.000 veces más intenso que el del cerebro y más potente que cualquier otro órgano del cuerpo. Produce de 40 a 60 veces más bioelectricidad que el cerebro. Y lo más interesante es que el aspecto del campo magnético del corazón cambia en función del estado emocional.
Cuando sentimos miedo, estrés, frustración, enojo, etc. se vuelve caótico; en cambio, cuando se experimentan emociones como la gratitud, la compasión, el perdón, etc. toma un aspecto ordenado y se obtiene lo que se llama un “espectro coherente. Este campo se extiende entre 2 a 4 metros alrededor del cuerpo, permitiendo a todos los que nos rodean recibir la información
energética contenida en nuestro corazón.

El amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente que nos permite vivir desde el corazón, en unión con nuestra naturaleza divina en la profunda unidad con todo lo que existe. Observa como la fraternidad, la compasión, la bondad, el respeto, la creatividad y el genio creador, es decir, los pensamientos y sentimientos elevados son
manifestaciones de la unidad en la que vivimos, mientras que las emociones negativas son manifestaciones de la separatividad.
Cuando vivimos reconociendo que somos uno con todo lo que existe, que no es otra cosa que ver a Dios en todo, los dos osciladores del cuerpo que son el cerebro y el corazón, vibran en perfecta sincronicidad y como consecuencia envían a todo el cuerpo órdenes coherentes, eficaces, inteligentes y totalmente adecuadas a las necesidades del momento.
¿Qué tenemos que hacer para despertar la inteligencia del corazón de manera que pueda tomar el comando de nuestras vidas?
Nos dicen los científicos que tenemos varios circuitos por medio de los cuales nos llega información que ocasiona respuesta en nosotros. El primario, que es completamente inconsciente, y nos permite salir huyendo de una situación de peligro sin tener que reflexionar. Luego el inteligente, que nos permite el razonamiento y el tercero, una mezcla de los dos, en donde los recuerdos del inconsciente se activan y producen reacciones que pasan por la corteza, “el inteligente” y ésta de alguna manera los justifica. El Maestro DK lo llamaría, pensamientos emocionales o kama manas.
Ahora la ciencia nos presenta otro circuito que va del corazón a la cabeza y ahí está la clave. El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza los centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas, este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad. Su inteligencia no separa sino que une, reconociendo en todo momento la gran red de vida en la que estamos todos. Es la conexión cósmica que la inteligencia divina nos ha legado para que podamos recuperar nuestro origen divino y nuestra sabiduría esencial. Es la forma de tener una mente iluminada, o como dicen
algunos, “resplandor en el cerebro”.
¿Y cómo activar éste circuito? Viviendo desde el corazón. Cada pensamiento, cada emoción, presentarla primero al corazón y ver si está en armonía con el Amor que allí se encuentra. Hay que trascender los deseos personales y aprender a vivir según la intención del corazón, que es la intención de tu Ser Interno.
El impedimento mayor que tenemos hoy en día son las memorias grabadas en nuestro inconsciente que se activan cada vez que son estimuladas. Busca ser testigo de ti mismo, de tus propias reacciones para que puedas verlas, porque cuando se ven, se van. Para ello tienes que asumir la plena responsabilidad de tus emociones, agradables o desagradables, decidir no culpar a nadie por tus reacciones emocionales y reconocer que el verdadero origen de tus reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior sino en tu interior.
Hay un camino hacia el Corazón que ha sido anunciado por todos los Maestros, haríamos bien en recordarlo: Cultiva el silencio, haz contacto con la Naturaleza , vive periodos de soledad, medita y contempla, busca la verdadera belleza, vive con sosiego y quietud, cuida tu entorno vibratorio, recupera el sentido de lo sagrado, recupera la inocencia al no juzgar,
reconoce las sincronicidades en tu vida, trabaja en grupo, coopera, vive con sencillez, escucha.
Ten presente que tu Corazón tiene una inteligencia superior, escúchalo y pregúntale cuando no sepas que hacer.


                                             

sábado, 5 de julio de 2014

La palabra es el pensamiento hablado...


La inteligencia intuitiva del corazón



La Ciencia afirma que la Inteligencia Emocional y el latido
del corazón es más importante que la mente.



Los maravillosos y brillantes científicos del Instituto de HeartMath han hecho un trabajo asombroso arrojando luz sobre la ciencia del corazón.

El Instituto de HeartMath, es una organización educativa e investigadora sin fines de lucro reconocida internacionalmente, se dedica a ayudar a las personas a reducir el estrés, a autorregular sus emociones y a desarrollar energía y resistencia para llevar una vida saludable y feliz.

Las herramientas, la tecnología y la capacitación de HeartMath enseñan a las personas a confiar en la inteligencia de sus corazones en concierto con la de sus mentes en el hogar, la escuela, el trabajo y el ocio.

Una gran parte de su investigación ha investigado la interacción del corazón y el cerebro. Los investigadores han examinado cómo el corazón y el cerebro se comunican entre sí y cómo eso afecta nuestra conciencia y la forma en que percibimos nuestro mundo.

Por ejemplo, cuando una persona está sintiendo emociones realmente positivas como es la gratitud, el amor o aprecio, el corazón late a un ritmo.

Debido a que el corazón late a ese ritmo, el mayor campo electromagnético producido en el cuerpo, puede producir datos significativos para los investigadores. Según el director de investigación de HeartMath, Dr. Rolin McCratey:

La información emocional se codifica y modula en estos campos. Al aprender a cambiar nuestras emociones, estamos cambiando la información codificada en los campos magnéticos que son irradiados por el corazón, y que pueden impactar a los que nos rodean.

Estamos fundamental y profundamente conectados entre nosotros y con el planeta en si mismo. Este es un trabajo muy importante, ya que muestra cómo el corazón desempeña un papel importante mucho más allá de lo que comúnmente se conoce.

Por ejemplo, ¿sabías que tu corazón emite campos electromagnéticos que cambian de acuerdo a tus emociones, o que el corazón humano tiene un campo magnético que puede ser medido a varios pies de distancia del cuerpo humano? ¿Sabías que las emociones positivas crean beneficios fisiológicos en tu cuerpo, y que puedes impulsar tu sistema inmunológico conjurando las emociones positivas?

¿Sabías que las emociones negativas pueden crear caos en el sistema nervioso, y que las emociones positivas hacen todo lo contrario? ¿Sabías que el corazón tiene un sistema de neuronas con memoria a corto y largo plazo, y que sus señales enviadas al cerebro pueden afectar nuestras experiencias emocionales?

¿Sabías que en el desarrollo fetal, el corazón se forma y comienza a latir antes de que el cerebro se desarrolle? ¿Sabías que las ondas cerebrales de una madre pueden sincronizarse con los latidos del corazón de su bebé? ¿Sabías que el corazón envía más información al cerebro que lo contrario?

Todos estos hechos, documentos de investigación publicados y más pueden consultarse en heartmath. org.

Abajo hay un video del Instituto sobre la inteligencia intuitiva del corazón.

Por eso es importante que la raza humana cambie la forma en que nos sentimos por dentro de nosotros mismos. El Instituto de HeartMath hace un trabajo maravilloso al ilustrar por qué es crítico para nosotros cambiar la manera en que nos sentimos por dentro.

Muy poco se puede lograr desde un lugar de tristeza, angustia o ira. Nuestra experiencia humana actual, la vida cotidiana en la que todos parecemos estar dispuestos a participar, tiene su precio, y mucha gente siente en el alma vivir los estilos de vida que llevamos, luchar por pagar cuentas y trabajar constantemente.

Esto no es una forma natural de vida para la raza humana. Es una experiencia que nos hace difícil mantener un estado positivo o de “alta frecuencia”. Lo que hace que esta desafortunada realidad sea aún más desconcertante es el hecho de que no tiene por qué ser así: somos capaces de hacer mucho más.

Al mismo tiempo, muchas personas en todo el mundo están luchando por alimentarse, vestirse y refugiarse. La Tierra está siendo destruida y nuestro tiempo para cambiar las cosas parece ser limitado.

Esta es una dura verdad que necesitamos abordar, y tenemos varias opciones entre las que elegir para aliviar estos problemas. Puede ser difícil mantener un estado de ánimo positivo cuando vemos que ocurren tantas cosas terribles en el mundo, pero no podemos crear el tipo de cambio que estamos buscando a menos que lo hagamos desde un estado positivo y pacífico.

A pesar de toda la negatividad en el mundo y de nuestras luchas individuales, muchas personas logran encontrar paz interior y momentos de alegría, y eso es bastante bueno. Todo se trata de la perspectiva: es ver el panorama más amplio y cambiar la forma en que se ven las cosas.

La felicidad es sin duda un trabajo interno, pero con una experiencia humana que no está resonando con muchos puede ser difícil de mantener. Esto es evidente en una variedad de áreas diferentes donde la gente está empezando a levantarse y a exigir cambios.

Lo curioso de nuestros sentimientos es que, en su mayor parte, son el resultado de nuestras propias elecciones.Podemos elegir cambiar la manera en que nos sentimos simplemente cambiando nuestros pensamientos.

Las emociones negativas son generalmente un resultado de los pensamientos que tenemos sobre la gente, las cosas o los eventos en nuestras vidas. Al final del día, es sólo una experiencia humana, y todas las experiencias son oportunidades de aprendizaje y crecimiento.





jueves, 3 de julio de 2014

Chichén Itzá, maravilla del mundo maya


El ser humano en su esencia...


¿Por qué con el pasar del tiempo perdemos la naturaleza generosa que existe en todos nosotros?



Pronombres Indefinidos


Ejemplos:

¿Hay algo importante para discutir?

¿Hay alguien en tu casa ahora?

¿Hay algo para comer en la heladera?

¿Hay alguien en el baño?

¿Tienes algún amigo extranjero?

¿Hay algún libro en español?

¿Alguno de los archivos tiene virus?

¿Tienes algún día libre?

No,no tengo ningún día libre. / No tengo ninguno.

¿Hay alguien de ventas aquí?

No,no hay nadie.

¿Quieres tomar algo?

No, no quiero nada.